El Covirán Granada calca el inicio de sus dos últimas temporadas

La derrota del pasado fin de semana del Covirán Granada ante el Bàsquet Girona, aunque en este inicio de campaña sea un partido más, puede tener más importancia conforme avance la competición. En teoría, el cuadro presidido por Marc Gasol debe ser un rival directo de los rojinegros en la pelea por la permanencia en la Liga Endesa, por lo que todo lo que sea tener ganados los basket average ante conjuntos de ‘tu liga’, es importante.

Pero los granadinos ya están curtidos en mil batallas en esto de pelear hasta el final por seguir un año más en la máxima categoría del baloncesto español. Y este año no va a ser una excepción. El conjunto de Ramón Díaz es colista de la ACB con una victoria y seis derrotas, y se encuentra empatado con el San Pablo Burgos. Son los dos únicos equipos que únicamente han saboreado las mieles del triunfo tan solo una vez en lo que se lleva de competición. A uno se encuentra el Casademont Zaragoza, y a dos un grupo de ocho escuadras formado por Gran Canaria, Barcelona, Surne Bilbao Basket, Baxi Manresa, Baskonia, Río Breogán, Bàsquet Girona y MoraBanc Andorra.

Una situación que no debe poner nervioso a nadie pues, de las tres campañas anteriores en la élite, el cuadro granadino presentó el mismo balance en cuanto a victorias y derrotas en dos de ellas. El único curso en el que el Covirán gozó de más tranquilidad en la tabla pasado el ecuador del mes de noviembre fue en el de su debut, el 2022-2023, en el que presentó unos guarismos positivos, con cuatro triunfos y tres derrotas. Ocupó, tras siete partidos, la décima plaza de la clasificación, llegando a estar empatado con el Unicaja de Málaga, que ocupaba la sexta posición.

Se las prometían muy felices por entonces Pablo Pin y los suyos, pero llegaron las lesiones de sus dos extracomunitarios, Luke Maye y Cristiano Felicio, y todo se torció. Venció al Breogán en la octava jornada, pero cayó nada menos que diez veces de manera consecutiva. Se rehízo pero, posteriormente, sumó una serie de siete derrotas seguidas que le obligó a obrar un milagro venciendo en las últimas tres fechas del calendario para celebrar, de manera agónica, la primera permanencia en la ACB.

En la campaña 2023-2024, ocupaba tras la séptima jornada la decimosexta posición en la tabla, con 1-6, pero empatado con Breogán y Palencia y a una victoria del Zaragoza. Se hicieron numerosos cambios en la plantilla, pero finalmente ganó las dos últimas citas para sumar once y salvarse. Por el contrario, la pasada campaña no fue igual. Presentó el mismo balance tras los siete primeros partidos, pero era colista en solitario y a un triunfo de Coruña, Breogán y Girona. Los problemas físicos volvieron a hacer su aparición, pero esta vez no se pudo salvar.

Confirmó su descenso en la penúltima jornada ante el Real Madrid, precisamente el rival que visitará el Palacio de Deportes el sábado, pero terminó segundo por la cola y eso le permitió, tras no cumplir el Betis Baloncesto con los requisitos exigidos por la ACB, seguir en la élite pese a que deportivamente lo mereció. Experiencia en salir de situaciones complejas y jugar sobre el alambre tiene de sobra el club de la avenida Salvador Allende, otra cosa es que siempre la moneda salga de cara.